
Cedeño tiene apenas dos
temporadas completas siendo parte de la nave, pero ha vestido el uniforme turco
en cuatro campañas pues en dos ocasiones fue tomado como refuerzo en la
postemporada.
Pese al poco tiempo que
tiene en el equipo, el carabobeño se siente en casa y no solo quiere retirarse
con la "M" y el barco en el pecho, sino que quiere devolver todos los
favores recibidos dándole un título.
"Creo que es una
experiencia bonita y dirigir a una franquicia como Magallanes imagínate... es
una gran responsabilidad. De verdad sería un lujo", agregó.
Cedeño lo tiene claro. Su
futuro como pelotero y como técnico es con los Navegantes y no en otro lugar.
"Aquí me han dado un trato muy profesional eso lo aprecio mucho. Aunque no
tengo mucho tiempo aquí realmente siento que estoy en casa", explicó.
"El respeto y la confianza se ganan, Magallanes se ganó el mío y yo el de
ellos y agradezco mucho a la directiva del equipo por traerme y dejarme ser
parte de esta organización".
Los managers de Grandes
Ligas Dusty Baker y Bud Black, quienes lo dirigieron cuando jugaba para los
Cachorros de Chicago y los Padres de San Diego, son las principales influencias
de Cedeño.
"Aprendí mucho de
ellos", reconoció. "Creo que todo eso que he absorbido en mi carrera como profesional me ayuda mucho y solo tengo que saber cómo transmitir mis
conocimientos a los peloteros.
"Lo más difícil
probablemente será tener esa inteligencia en las situaciones que se te
presenten en los juegos con un bateador, un pitcher, un corredor emergente...
Pero es cuestión de aprender y eso es lo que estoy tratando de hacer yo con el
tiempo que tengo aquí en la liga. Estoy tratando de aprender cada día
más", continuó.
Cedeño cree que el respeto
hacia los peloteros y la buena comunicación es la clave de un manager exitoso.
"Hay que transmitirles confianza también que es muy importante. Además, me
gustaría ser un manager alegre. Quiero que mis peloteros se sientan bien
conmigo, que si cometen errores estén tranquilos y se sientan
respaldados".
En ese sentido, Cedeño sigue
el ejemplo de Henry Blanco quien de pelotero pasó directo a ser estratega de los
Bravos de Margarita y en su segunda campaña ganó el premio al Manager del Año.
"Él me enseñó muchas cosas cuando estaba joven empezando mi carrera en MLB
y creo que rodearme de gente con experiencia, viendo por tantos años cómo es el
beisbol te ayuda un poco a ser manager", dijo.
Cedeño todavía no sabe
cuánto tiempo le queda como jugador activo. "A mi solo me retira
Dios", sentenció. Pero ya ha hecho varios ejercicios sobre cómo actuaría
como manager en ciertas situaciones de juego y ya tiene estructurado un cuerpo
técnico.
"¡Puro
magallanero", exclamó. "Yo quiero ser manager de este equipo y quiero
que haya identificación con él entonces los coaches serían todos magallaneros
para que haya química, unión, confianza... Ya conozco a mi grupo y se que me pueden
ayudar".
El relevista Deolis Guerra
es el primero en la lista como coach de banca de su actual compañero. "Él
sería mi mano derecha porque es uno de los compañeros con quien comparto más en
el equipo. Es clase aparte", informó.
Jean Machí y José Flores
estarían encargados de los lanzadores. "Machí sería mi pitching coach y
Flores sabe mucho de esto y estaría en el bullpen", agregó.

"Son personas con las
que tengo buena relación y que saben mucho. Creo que ellos me pueden ayudar a
lograr mi reto: ser campeón en mi primer año", concluyó.
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